Baile terapia, derechos en la familia, inteligencia emocional y comunicación y diálogo fueron algunos de los talleres que se impartieron en la jornada que Dolores Sopeña, Centro de Formación y Capacitación Puente Alto llevó a cabo el 11 de junio para los alumnos y alumnas que actualmente se capacitan.
La cita tuvo lugar en el colegio Joaquina de Vedruna de Puente Alto donde alrededor de 170 alumnos, junto a sus familias, participaron de los distintos talleres. Para niños y adolescentes, en su mayoría hijos de los alumnos, hubo actividades especiales que incluyeron música, juegos, pintura y canto.
La actividad, que forma parte de la malla curricular de los alumnos, se desarrolla dos veces al año. Primero en el mes de junio y luego en octubre, pudiendo la persona elegir la fecha que mejor le acomode.
Para Gabriela Herrera, directora del Centro de Formación y Capacitación Puente Alto, las jornadas se originan a para ofrecer a los alumnos “temas enfocados en los valores que tienen que ver con la vida cotidiana. Temas que se transforman en herramientas para que de una u otra manera podamos enfrentar la vida más amigablemente y con la responsabilidad que merece”, puntualizó.
Un taller nuevo que se incluyó este año fue “Cuidado de la casa común: una conversión ecológica” cuya principal motivación tiene directa relación con la contingencia que el tema medio ambiente tiene hoy en la sociedad.
“Cómo puedo enfrentar y comprometerme domésticamente a una realidad de contingencia global” es la interrogante que Gabriela Herrera plantea como punto de inicio.
De este modo cómo generar conciencia ecológica es una pregunta que trasciende más allá de las instancias formales. Hoy todos pueden contribuir con el cuidado del medio ambiente o lo que la Corporación Sopeña ha denominado “la casa común” acogiendo la iniciativa del Papa Francisco.
Otro de los talleres que se realizó fue “Comunicación en familia” donde los asistentes pudieron conversar y debatir en torno a los principales riegos que amenazan el diálogo en el hogar.
“Esa comunicación que muchas veces falta en un mundo tan lleno de tecnología, donde creemos que estamos más comunicados que antes pero yo creo que la reducción de la comunicación va a la par con la tecnología. Es un deterioro de la misma”, enfatizó la directora Gabriela Herrera.
Cecilia Zuñiga, alumna proveniente de la comuna de La Florida, participa desde marzo de este año en el curso de pastelería y repostería, y para la jornada de capacitación preparó una torta que compartió con amigos y familiares.
Como muchos otros alumnos, plantea su interés por convertirlo en su fuente laboral. “salir adelante a través de esto. Que sea mi fuente de trabajo”, enfatizó.
Al finalizar la jornada, los asistentes pudieron reflexionar sobre los aspectos más significativos de los respectivos cursos. Asimismo niños y jóvenes realizaron sus presentaciones de canto y poesía frente a las familias.
Desde sus inicios a la fecha la Corporación Dolores Sopeña ha capacitado a más de 13.000 alumnos y alumnas en su mayoría personas en situación de vulnerabilidad pertenecientes a las comunas de Puente Alto, Pirque y San José de Maipo, entre otras.
Oportunidad para los extranjeros
Letois Savius es haitiano, lleva casi dos años en Chile y es uno de los 170 alumnos que participó de la capacitación. Con un nivel de español que llama la atención por su claridad, Letois llegó a la corporación por una amiga chilena que, conociendo sus capacidades (Letois habla más de cinco idiomas), lo alentó a asistir a uno de los 42 cursos que actualmente imparte Sopeña.
Así, en el mes de marzo, inició un taller de computación, junto a otros tres amigos provenientes de Haití a quienes benefició con una de las cinco becas que le fue concedida.
Letois es Licenciado en idiomas y como muchos de los extranjeros que viven en el país trabaja en la construcción, recibiendo el salario mínimo.
Si bien tiene las cualidades para ejercer sin problemas un trabajo mejor remunerado y en un área acorde a sus conocimientos, lleva la mayor parte de su tiempo en Chile realizando labores en la construcción. Sin embargo Letois no pierde la fe. Sueña con trabajar en un hotel como traductor, guía turístico o botones. Tiene dos hijos y por ellos debe seguir adelante.
Al respecto Gabriela Herrera menciona que “estos talleres pueden convertirse en una posibilidad para ellos (…) les puede abrir muchas puertas”, destacó.
“La migración siempre ha existido, lo que pasa es que se está viviendo durante los últimos años una situación bien dramática en pueblos concretos que obliga a sus pobladores a salir a buscar una vida mejor y yo creo que hoy por hoy, en América, Chile está dando una acogida de estabilidad para personas que han migrado”.
Ante esa realidad la corporación se hace cargo y tal como versa su misión, es importante “Fomentar las relaciones fraternas, la solidaridad y el crecimiento continuo, para colaborar en la transformación de una sociedad más justa y solidaria, al estilo de Dolores Sopeña su fundadora”.